¿¿¿Moyano, de qué lado estás, chabón???
El encuentro de Hugo Moyano en la Usina del Arte de la Ciudad de Buenos Aires junto al candidato Mauricio Macri ya no sorprende a nadie. El líder camionero devenido a empresario y presidente de Independiente de Avellaneda ha construido una estrategia bien peronista. Con una pata en cada candidato presidenciable con chances, Moyano Junior en la lista de Massa, Omar Plaini en la lista sciolista y Mancini junto a Momo Venegas en la lista macrista ,la dirigencia moyanista empresaria desnuda sus intereses personales desplazando una vez mas los intereses de los trabajadores . La relación de Moyano y Macri viene desde la renovación del contrato multimillonario de recolección de residuos. En el club de avellaneda comparte la directiva con Ritondo, presidente de la cámara de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, la pata peronista del gobierno porteño Mientras el sector camionero en particular y el movimiento obrero en general sufren el ajuste en marcha, Moyano arma su estrategia de poder. Por que decimos esto?? el sector camionero está en crisis ante la parálisis económica. Los camiones no tienen trabajo y la soledad se apropia del puerto de Buenos Aires cuando en otros tiempos las largas colas a la espera de mercadería eran moneda corriente. Que decir de su CGT?? Totalmente paralizada cuando los trabajadores del país necesitan de una salida ante la pérdida de puestos de trabajo en el sector automotriz pero también los 400,000 del sector de comercio*. Moyano cuida sus prebendas, sus ambiciones y deja al desnudo al movimiento obrero que necesita un programa de salida y una dirección que defienda los intereses sociales del trabajador y no de una burocracia empresaria al estilo Moyano-Cavallieri-Pedraza. Para esto necesitamos reforzar la independencia política de los sindicatos de los candidatos patronales y de las conducciones adictas al poder de turno. No necesitamos más dinosaurios con políticas de antaño que le dan la espalda a los trabajadores y defienden estructuras antidemocráticas para retener el poder en sus manos.